¡Colabora!


Puedes colaborar con EV de muchas maneras:
- Si estás interesado/a en dedicar parte de tu tiempo libre a mejorar la calidad de vida de aquellas personas más necesitadas, ponte en contacto con nosotros/as o pásate por la sede. Seguro que encuentras una tarea en la que puedes echar una mano.
- Si quieres ser socio/a y pagar una cuota timestral voluntaria, escríbenos a elige.la.vida@hotmail.com.
- Si deseas hacer una aportación económica puntual, nuestro número de cuenta es 2100 3948 15 0200070712 (La Caixa)
- Si tienes alguna sugerencia, queja o idea feliz, compártela con nosotros/as y ayúdanos a mejorar!

¡GRACIAS!


ELEGÍ LA VIDA. Rudyard Kipling

No quise dormir sin sueños:

y elegí la ilusión que me despierta,


el horizonte que me espera,


el proyecto que me llena,


y no la vida vacía de quien no busca nada,


no desea nada más que sobrevivir cada día.



No quise vivir en la angustia:


y elegí la paz y la esperanza, la luz,


el llanto que desahoga, que libera,


y no el que inspira lástima en vez de soluciones,


la queja que se denuncia, la que se grita,


y no la que se murmura y no cambia nada.



No quise vivir cansado:


y elegí el descanso del amigo y del abrazo,


el camino sin prosas, compartido,


y no parar nunca, no dormir nunca.


Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,


y llegar más lejos,


habiendo disfrutado del paisaje.



No quise huir:


y elegí mirar de frente,


levantar la cabeza,


y enfrentarme a los miedos y fantasmas


porque no por darme la vuelta volarían.



No pude olvidar mis fallos:


pero elegí perdonarme, quererme,


llevar con dignidad mis miserias


y descubrir mis dones;


y no vivir lamentándome


por aquello que no pude cambiar,


que me entristece, que me duele,


por el daño que hice y el que me hicieron.


Elegí aceptar el pasado.



No quise vivir solo:


y elegí la alegría de descubrir a otro,


de dar, de compartir,


y no el resentimiento sucio que encadena.


Elegí el amor.



Y hubo mil cosas que no elegí,


que me llegaron de pronto


y me transformaron la vida.


Cosas buenas y malas que no buscaba,


caminos por los que me perdí,


personas que vinieron y se fueron,


una vida que no esperaba.



Y elegí, al menos, cómo vivirla.


Elegí los sueños para decorarla,


la esperanza para sostenerla,


la valentía para afrontarla.



No quise vivir muriendo:


y elegí la vida.


Así podré sonreír cuando llegue la muerte,


aunque no la elija...


...que moriré viviendo.





Entradas populares de este blog

EV visita el I.E.S. Pablo Picasso

EV no deja atrás a las personas con VIH/Sida

EV en el Festival de Cine Social y Cultura Libre de Donosti (Parte 2)